El parque de bomberos de Tarragona está por debajo de los mínimos de personal que marca la propia Generalitat. Si en cada turno tiene que haber como mínimo nueve bomberos, durante la mitad de días de diciembre hubo sólo seis, como el día de Nochevieja. Consideran que con esta plantilla no se puede dar un buen servicio a la ciudadanía en el caso de existir servicios simultáneos. De una plantilla de 61, actualmente sólo hay 55 bomberos. Además, denuncian que todos los parques de la demarcación se encuentran con el mismo problema. En Girona, por ejemplo, han cerrado parques ante la falta de personal mínimo.

Para dibujar el panorama que se vive en el cuerpo de bomberos de la Generalitat ponen como ejemplo lo ocurrido el pasado 31 de diciembre. En el parque de Reus entraron a trabajar ocho bomberos, cuando el mínimo exigido por la Generalitat –incluso en caso de huelga– son nueve. Pero a pesar de ser un número reducido, uno de los efectivos fue enviado a Montblanc para que pudiera haber una plantilla de tres –el mínimo– y otro se fue a las diez de la mañana a Tarragona, donde sólo había cinco.

Último día del año

Durante el turno del día 31, el parque de Tarragona fue movilizado para acudir a siete servicios.De ellos, sólo uno fue en la ciudad –la quema de unas hierbas de madrugada junto a la estación de autobuses–. El resto fueron en Torredembarra, Reus, La Canonja, El Morell y Vila-seca. Esta última localidad pertenece por zona al parque de Reus, aunque como no tenía efectivos para un accidente de tráfico tuvo que ir Tarragona con cinco bomberos –uno se quedó en el parque–, el mínimo para un servicio de este tipo. Entre las salidas realizadas estuvo una a un incendio de vivienda de Reus. Como el parque de la capital del Baix Camp no tenía personal suficiente para cubrir los tres vehículos que se necesitan para una intervención de este tipo, tuvo que salir Tarragona, aunque no llegó a destino.

Durante unos 45 minutos, el parque de Tarragona se quedó el día 31 sin personal porque los seis bomberos atendían dos servicios: un incendio de vegetación en El Morell –con cuatro efectivos– y la apertura de un piso en La Canonja –los otros dos–.

Según servicios

En cada uno de los turnos de Tarragona tendría que haber entre 13 y 14 efectivos. Sin embargo, en la mitad de días de diciembre sólo hubo nueve. Ante una alarma de incendio en vivienda, el mínimo de efectivos que tienen que salir son dos vehículos de agua y la autoescalera, con siete bomberos. Si estos están realizando otro servicio, tiene que bajar personal desde Reus, que tarda un mínimo de 10 minutos en llegar a destino. Los bomberos señalan que, teniendo en cuenta que los primeros diez minutos son claves en este tipo de fuegos, la ayuda podría llegar demasiado tarde.
En otras ocasiones, para la apertura urgente de pisos con la autoescalera han salido dos bomberos, cuando la Generalitat dice que tienen que ser como mínimo tres.


El vendaval de Navidad
La situación el día de Navidad también fue problemática. Los efectivos también estaban por debajo del mínimo –había ocho bomberos–. La madrugada del día 26 fue especialmente problemática por el vendaval que sopló y que causó numerosos desperfectos. Sólo entre las cuatro y las siete de la mañana tuvieron que atender hasta nueve servicios en diferentes municipios: Tarragona, Vila-seca, La Canonja, El Morell, Salou y La Secuita. Durante estas tres horas los ocho bomberos sólo pararon en el parque para cambiar de vehículo para atender al siguiente servicio.
Y Tarragona también nutre de efectivos a otros parques –Valls, Montblanc, Reus, El Vendrell, Cambrils, L’Hospitalet de l’Infant y Móra d’Ebre– donde no hay ni el personal mínimo para realizar una salida.