Comienza un nuevo año en mi destino de bombero en Sant Boi de Llobregat. Será el 5º año sin plaza fija, a pesar de ser funcionario, dentro de la organización. En medio del silencio mediático hemos asistido colectivamente a la crisis y los conocidos recortes. Pero mucho más allá a un cambio de modelo que avanza lenta pero inexorablemente.

Los concursos de traslados en los que los funcionarios competimos entre nosotros por las plazas existentes y procuramos acercarnos a nuestros domicilios, o probamos nuevas etapas vitales, han desaparecido. Hemos convertido en norma la excepción, y el destino temporal en indefinido. Hace 6 años que sólo los los cambios excepcionales de destino y en forma de permuta de trabajadores tienen lugar. Lo llaman por escrito "concursillos" de destino.

Es sólo la última etapa de algo fraguado lentamente. La estructura de mando de bomberos ha emulado a la empresa privada y ha sustituído progresivamente las plazas asignadas por oposición o concurso en puestos de libre designación (sí, a dedo). La concentración de poder de toda la estructura es abismalmente mayor que hace veinte años. El cargo político al mando de nuestro departamento (un abogado con carnet de partido) tiene la facultad de rebajar el sueldo de manera inmediata al completo (95%) de su plantilla técnica, un centenar de cargos de subinspector e inspectores.

El resultado es sencillo. Tenemos una cúpula más gobernable, en el periodo de mayor malestar y precariedad desde su fundación como cuerpo catalán. El precio es la ausencia de autocrítica interna al más ínfimo nivel. No escuchará usted debates, ni se cuestionarán actuaciones. Tampoco se publicarán datos ni estadísticas que puedan perfilar reorientación en la gestión y el sistema de trabajo.

Si Piketty parece haber demostrado que el capital se concentra más rápido que la economía crece, bomberos enseña que los organigramas de inspiración privada concentran su poder hasta anular la crítica interna. 2015 será el año de los bomberos interinos. Trabajadores temporales con menos derechos que análogos de la empresa privada. Está usted cerca de ver cómo la clase media desparece en bomberos. Opulentos directivos contra trabajadores precarios sin contrato ni destino fijo. Son los tiempos, supongo.